martes, 25 de marzo de 2008

Cuento

Erase una vez una princesita que lo tenía todo. Pero aún así ella no era feliz. Las habitaciones de su castillo eran las más grandes de toda la región, y no existía un festín mejor. Su cama era gigante, y su habitación como una casa entera. Comía en una mesa tan larga como una avenida, y había un montón de bufones dedicados a que no se aburriese. Pero eso no era suficiente.
Un día más aburrido de lo normal, se asomó a la ventana mientras el bufón hacía piruetas. A lo lejos, en una plaza del pueblo, unos niños jugaban al escondite. Parecía que se lo pasaban bien. La princesita se dio cuenta de lo que necesitaba. Fue al salón del trono, donde estaba su padre, y le dijo:
-Papá, quiero salir a jugar al pueblo.
-Hablaremos mañana que estoy ocupado.-La princesita se fue a dormir y al día siguiente volvió a ver a su padre, y le dijo:
-Papá, quiero salir a jugar al pueblo.-Él le contestó lo mismo que el día anterior. Así pasó una semana. Ella volvió a ver a su padre y le volvió a decir:
-Papá, necesito ir a jugar con los niños del pueblo.-Él la miró y le dijo preocupado:
-Eres una princesa. No puedes ir a jugar con los plebeyos.
-Pero si no, no seré feliz.
-Vale, lo pensaré.
Pasaron tres semanas y media, y el rey la mandó llamar:
-Me lo he pensado.
-¿Qué has pensado padre?
-¿Qué pasará si no te deje?
-Que no seré feliz nunca.
-Yo soy tu padre y quiero que seas feliz, así que ve a jugar si quieres.
-Te quiero papá.
-Yo también hija.
La princesita bajó al pueblo y le preguntó a los niños si podían jugar juntos. Ellos la aceptaron y la princesita tuvo muchos amigos y fue para siempre feliz.
La amistad es un tesoro más valioso que el oro.

2 comentarios:

Laura dijo...

está muy bien tu blog y el cuento de la princesa el microrrelato y tu vida en seis palabras me han gustado mucho.

cristina dijo...

Para Laura:
Gracias. El cuento de la princesa me lo inventé en 2006, cuando estaba en 5º. ¡Me agrada que te guste!